Las generalizaciones dañan la convivencia y nos distorsionan la realidad, y aún peor ayudan a mantener las injusticias, las legitiman y se convierten en prejuicios, se forma un concepto anticipado sin antes tener ninguna experiencia directa o real con lo que se esta juzgando,  con esto lo único que se logra es generar un eficaz  caldo de cultivo para la segregación y la discriminación.

Se asocia injustamente a la pobreza económica con la pobreza moral, como si la ausencia de dinero fuese directamente proporcional a la ausencia de valores, bien decía Antonio Machado: “Es de necios confundir valor y precio”. Quienes ejercen estas generalizaciones,  tienden a ver a quienes no viven como ellos, ni piensan como ellos, ni tienen las oportunidades que ellos tuvieron, como una amenaza o a veces simplemente no los ven y construyen muros para olvidarse que están ahí, el concreto se convierte entonces en una venda que tapa los ojos del que no quiere ver, como si la realidad que quieren tapar fuese ajena a ellos, como si mereciese taparse, no saben que se pierden de una gran riqueza, la riqueza de la diversidad, de descubrir que hay gente tan maravillosa como ellos al otro lado del muro que piensa distinto y es feliz.

Me contaba una pobladora de Pamplona Alta que antes les tomaba 20 minutos a ella y su familia caminar desde su casa hasta la avenida Benavides, solo atravesaban el cerro y ya estaban en Surco, el muro les quita el derecho a transitar libremente, ahora cada miembro de su familia tiene que gastar un sol diario para tomar el micro que los llevara hasta la avenida Benavides, para volver a casa será la misma historia.

El muro que separa Casuarinas de Pamplona Alta mide poco más de 2000 metros de longitud, tiene una altura aproximada de 3 metros y en la mayor parte de su extensión lleva una concertina de púas, en algunos tramos el muro es de mampostería, en otros es de un concreto rígido.

Actualmente hay concretos de alta resistencia que pueden superar los 1000 kg/cm², si le agregamos varillas de fierro podrían construirse  muros de concreto armado impenetrables, tan sólidos como la roca más dura que exista en la Tierra, pero hay muros muchos más resistentes y sólidos que el concreto armado, son los muros levantados por los prejuicios y por la indiferencia, son muros que segregan, que marginan que demuelen sociedades, que crean desigualdad y resentimiento cada vez que hemos sido indiferentes ante una situación de discriminación, cada vez que hemos emitido un comentario prejuicioso, hemos colocado un ladrillo en ese muro.

Antes de pensar en construir muros deberíamos pensar en construir puentes, que nos permitan conocernos y reconocernos como iguales en dignidad, que celebren nuestra diversidad, puentes de solidaridad que creen oportunidades, que permitan acabar con las injusticias y desigualdades,  que hagan del Perú ya no un país fragmentado por intereses particulares, sino un solo país.

¿Y tú que prefieres construir, muros o puentes?.

Como dato adicional, el índice de robos en Casuarinas según la página de web de la Municipalidad de Santiago de Surco sigue siendo el mismo que antes de la construcción del muro.